El Gobierno de Estados Unidos inició el despliegue de unos 1.500 militares en la frontera con México, dando así el primer paso para cumplir la promesa del presidente, Donald Trump, de cerrar el paso de migrantes y reforzar la seguridad fronteriza.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó que el mandatario firmó la orden ejecutiva para ese despliegue el lunes y el Pentágono confirmó después que se ha movilizado ya para darle cumplimiento.
El secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, indicó que ha autorizado tres acciones que empezarán hoy mismo. En primer lugar el envío de esas tropas y de helicópteros y su respectivo personal, así como de analistas de inteligencia que ayuden en las labores de detección y control.
Según sus cifras, esto representa un aumento del 60 % en el número de fuerzas activas sobre el terreno desde que Trump asumió el cargo el pasado lunes.
El Pentágono proporcionará también transporte aéreo militar para apoyar los vuelos de deportación de más de 5.000 extranjeros ilegales desde San Diego, en California, y El Paso, Texas, detenidos por Aduanas y Protección Fronteriza.