Las autoridades hallaron una fábrica de medicamentos que operaba de forma clandestina en el sur de Bogotá, en la localidad de Kennedy. Utilizaban tres prensas, avaluadas cada una en 20 millones de pesos, para la fabricación de estos productos que distribuían, principalmente, en el sur y centro de la ciudad.
El producto más comercializado por esta fábrica eran los potenciadores sexuales, vendían un tarro completo en tan sólo 5.000 pesos. En el punto encontraron 200.000 unidades.
En el país, en su mayoría, los medicamentos falsificados son potenciadores sexuales, homeopáticos y analgésicos.De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), el mercado negro mueve alrededor de 500 millones de pesos al año.
De acuerdo con el general Gustavo Franco, director de la Dirección de Gestión de Policía Fiscal y Aduanera (POLFA),“durante lo corrido de la pandemia la POLFA fomentó en un 33 % los valores de aprehensión de medicamentos fraudulentos y de contrabando, los cuales en sus acciones han tenido un valor por más de 3.020 millones de pesos”
En medio de la pandemia, internet facilitó la comercialización ilegal de medicamentos homeopáticos, fitoterapéuticos, analgésicos y suplementos dietarios, entre otros.
“Estamos preocupados por el incremento de ofrecimiento a través de plataformas y redes sociales de productos de procedencia ilegal. Hemos evidenciado una migración muy notable de la comercialización que antes se distribuyen en canales normales hacia los portales y plataformas web”, señala Silvia Montoya, gerente del Proyecto contra Falsificación de Producto de la Andi.
Aquellos que provienen de países como Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela estarían ingresando por las denominadas trochas.