Casi 18 meses después de la primera administración de una vacuna contra el COVID-19, se ha logrado un progreso increíble: los países de bajos ingresos administran miles de millones de vacunas contra el COVID-19 en un lanzamiento global histórico sin precedentes en términos de velocidad, escala y demografía alcanzada. Sin embargo, a pesar de este progreso y la disminución de las restricciones de suministro global, las desigualdades entre los países de ingresos más bajos y más altos continúan costando vidas y prolongando la pandemia al aumentar la amenaza que representa la aparición de nuevas variantes potencialmente más peligrosas del virus.
Solo el 16 % de las personas en los países de ingresos bajos han recibido una sola dosis de vacuna, en comparación con el 80 % en los países de ingresos altos. En ciertos países de bajos ingresos, muchas de las personas de mayor riesgo en la sociedad (trabajadores de la salud, ancianos y personas con problemas de salud subyacentes) están desprotegidos, mientras que los adultos jóvenes y saludables reciben dosis de refuerzo en los países más ricos.
El mundo debe actuar con urgencia para cerrar esta brecha de equidad.
Después de un año de severas limitaciones, ahora nos encontramos en una situación que hace dos años hubiera parecido imposible: es decir, el suministro global ahora es lo suficientemente alto como para respaldar el objetivo general de apoyar la vacunación equitativa y completa de todas las poblaciones de adultos y adolescentes a nivel mundial. COVAX tiene acceso a dosis más que suficientes necesarias para permitir que 91 países de bajos ingresos que cuentan con el apoyo del Compromiso de Mercado Avanzado (AMC) de COVAX, que proporciona dosis financiadas por donantes de una amplia variedad de vacunas contra el COVID-19, alcancen sus objetivos en a la luz de la meta global de la OMS de proteger al 70% de la población en cada país. Podemos ayudar a estos países a cumplir objetivos individuales y priorizar la cobertura total de los grupos de alto riesgo. De acuerdo con la hoja de ruta SAGE actualizada de enero de 2022, que recomienda refuerzos para grupos prioritarios ,COVAX ahora está abierto y alienta las solicitudes de dosis para campañas de refuerzo de los países.
COVAX también está bien posicionado para entregar estas dosis para que lleguen a quienes las necesitan. En solo 15 meses, COVAX, como el pilar de vacunas de la asociación ACT-Accelerator para el acceso equitativo a las herramientas COVID-19, ha enviado más de 1300 millones de vacunas a 87 países de ingresos bajos y medianos bajos de todo el mundo. Los envíos de COVAX representan el 82% de las vacunas entregadas a países de bajos ingresos y la mayoría de las vacunas COVID-19 administradas en entornos humanitarios. Al impulsar el esfuerzo de vacunación global más rápido, más grande y más complejo de la historia, el trabajo de COVAX ha ayudado a aumentar la proporción promedio de personas protegidas por un ciclo completo de vacunas en estos países de ingresos bajos y medianos bajos al 46 %.
La responsabilidad ahora es construir sobre esta base para ayudar a los países a proteger completamente a los grupos de alto riesgo, cumplir con los objetivos nacionales de vacunación y cerrar la brecha mundial de equidad en la vacuna contra el COVID-19 para siempre. Sin embargo, ahora quedan obstáculos: la demanda y la aceptación son bajas, y los países de bajos ingresos siguen siendo los más rezagados.
Demanda y entrega
Con más de 3800 millones de dosis de COVID-19 administradas hasta la fecha, los gobiernos nacionales de los países de bajos ingresos han liderado el camino. El número de países con una cobertura inferior al 10% de la población ha disminuido de 34 en enero a 18 en la actualidad. Algunos países respaldados por AMC, por ejemplo, Bután, Camboya, Vietnam, Maldivas, Fiji y Bangladesh, tienen una cobertura superior al 70%.
Sobre la base de los esfuerzos de preparación de los países realizados hasta ahora, los países más rezagados están recibiendo apoyo personalizado. En enero de 2022, la OMS, UNICEF y Gavi establecieron la Asociación para la Entrega de Vacunas contra la COVID-19 (CoVDP), una iniciativa interinstitucional que se basa en los recursos existentes a nivel mundial, regional y nacional para apoyar la entrega de la vacuna contra la COVID-19 en países de bajos ingresos. CoVDP brinda específicamente apoyo operativo urgente a los 34 países que tenían una cobertura total de vacunación del 10 % o menos en enero de 2022, muchos de los cuales se encuentran en África. A mediados de abril de 2022, se coordinó y desembolsó un total de USD 29 millones de fondos urgentes, en un plazo de 15 días hábiles o menos, a diez países de las tres agencias.
Si bien CoVDP y otros esfuerzos están ayudando a los países de bajos ingresos a progresar, aún se deben abordar los desafíos. En muchos países, Omicron ha reducido el riesgo percibido del virus y hay otras prioridades de salud en las que se centran las personas y los gobiernos. Por lo tanto, la opción de integrar la vacunación contra la COVID-19 con otras actividades de los sistemas de salud, por ejemplo, las campañas contra el sarampión y la poliomielitis, o la distribución de mosquiteros contra la malaria, se vuelve más importante. La vacunación contra la COVID-19 también es una oportunidad para fortalecer los sistemas de salud, lo que incluye capacitar a los trabajadores de la salud, mejorar los sistemas de información de gestión de la salud, mejorar aún más la cadena de frío y forjar nuevas formas de trabajar en entornos frágiles y de conflicto.
A través de nuestro diálogo continuo con los países apoyados por AMC, sabemos que la demanda es muy dinámica y difícil de predecir, incluso para los propios países. Gracias a los aportes de los gobiernos nacionales, COVAX puede hacer algunas estimaciones iniciales de la demanda general de los países respaldados por AMC. Según nuestro análisis de los últimos pronósticos de planificación de la demanda que nos proporcionaron estos países, la demanda estimada del país desde ahora hasta principios de 2023 actualmente es de aproximadamente 330 millones de dosis de COVAX, además de lo que ya han entregado o aceptado los países. Sin embargo, estas siguen siendo figuras dinámicas y evolucionarán con las situaciones en el terreno, así como con la aparición de nuevas variantes. Como tal, COVAX trabajará con los gobiernos nacionales para actualizar continuamente estas estimaciones.
Para que el mundo continúe logrando un progreso significativo en el cierre de la brecha mundial de equidad en vacunas, hacemos un llamado urgente a los países para que establezcan objetivos ambiciosos respaldados por planes concretos de implementación, priorizando la cobertura total de los grupos de alto riesgo, y a todos los socios para que se coordinen en proporcionar a los países los recursos necesarios para acelerar y ampliar las estrategias nacionales, estimular la demanda y superar los cuellos de botella operativos. Los próximos 3 o 4 meses son cruciales para acelerar las campañas de vacunación contra la COVID-19, además de avanzar para integrar los esfuerzos de vacunación contra la COVID-19 en los sistemas de salud primarios de rutina.
Suministro
Es testimonio del trabajo innovador de las comunidades científica y manufacturera que ahora hay suficiente suministro global para satisfacer las necesidades, como lo es el hecho de que solo pasaron 327 días desde que se secuenció y publicó el virus SARS-CoV-2. para llevar una vacuna COVID-19 al uso de emergencia.
A medida que nos esforzamos por ayudar a los países a implementar más dosis, también debemos trabajar para garantizar que el suministro permanezca disponible en los momentos adecuados. COVAX experimentó retrasos en la obtención de dosis en 2021. Con muchas dosis de acuerdos de compra anticipada ahora disponibles junto con dosis donadas, y la naturaleza dinámica de la demanda del país junto con el exceso de oferta global, es muy probable que la oferta general supere la demanda. Sin embargo, COVAX está trabajando con los fabricantes para ayudar a que la oferta responda mejor al entorno cambiante de la demanda.
Que tanto la oferta mundial como la de COVAX ahora excedan la demanda es una situación ventajosa en una pandemia, ya que garantiza a todos los países la disponibilidad de suministro y la elección del producto a largo plazo. La protección rápida de las poblaciones ahora debe tener prioridad. Esto es fundamental, dado que 2021 demostró claramente el impacto que tuvo el suministro impredecible y ad hoc en la capacidad de los países con recursos de sistemas de salud más limitados para planificar e implementar campañas de vacunación. La certeza del suministro permite a los países planificar campañas nacionales de vacunación con más confianza, garantiza que se pueda disponer de una reserva continua de existencias en el país y ayuda a una implementación fluida y eficiente.
Si bien se debe hacer todo lo posible para minimizar el desperdicio y la caducidad, los países de bajos ingresos también deben poder aceptar dosis y apuntar alto, sin ser estigmatizados cuando hay desperdicio, que es una parte inevitable de los esfuerzos de inmunización contra cualquier enfermedad, en cualquier país.
COVAX se compromete a proporcionar a los países un suministro predecible a largo plazo, atendiendo a todos los contextos y manteniendo reservas para garantizar que el suministro pueda mantenerse al día con los cambios en la demanda. Esto incluye trabajar con fabricantes y donantes para garantizar que cualquier vacuna nueva adaptada a la variante llegue a COVAX al mismo tiempo que a los países de mayores ingresos.
Hacemos un llamado a los países donantes y a los fabricantes para que apoyen a COVAX asegurando que el volumen y el momento de las entregas coincidan lo más posible con las necesidades de los países de bajos ingresos. Los donantes deben apoyar a COVAX en el mantenimiento de una cartera diversa, incluidas las vacunas adaptadas a variantes si es necesario. Los fabricantes deben trabajar con COVAX para reorganizar o redimensionar el suministro de los acuerdos de compra anticipada existentes.
Un mundo acosado por numerosos desafíos y crisis no cambia el hecho de que la pandemia, nuestra crisis colectiva, está lejos de terminar. Cerrar la brecha de equidad en vacunas debe seguir siendo una prioridad urgente para la comunidad internacional.
