Con una misa, despidieron a los 11 soldados muertos en emboscada en Ecuador

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Ecuador despidió este domingo con una emotiva misa a los once militares asesinados el viernes cuando fueron emboscados, presuntamente por un grupo disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mientras desplegaban un operativo contra la minería ilegal en la Amazonía.

 

 

La misa tuvo lugar ante los once ataúdes cubiertos con banderas de Ecuador en una capilla ardiente levantada en el colegio militar Eloy Alfaro de Quito, hasta donde fueron trasladados el sábado vía aérea desde la Amazonía.

“Aquellos que hoy ofrendaron su vida, no son extraños a nosotros, son nuestros hermanos, son padres, son hijos y, sobre todo, son héroes que supieron siempre que, al estar en la primera línea de batalla, podían perder hasta lo más preciado”, dijo el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo.

Reiteró que el ataque no fue solo contra los once militares sino contra los 18 millones de ecuatorianos.

“Este -dijo- es un recordatorio para todos nosotros de que estamos en guerra, de que cuando hablamos de peligros y atentados en contra de las fuerzas del orden y autoridades, estamos diciendo la verdad”.

Según el Ejército, los militares fueron emboscados por los Comandos de la Frontera, grupo disidente de las FARC, que aparentemente niega estar detrás de esta matanza.

El enfrentamiento se registró en el sector llamado Alto Punino, una zona situada en la cuenca alta del río del mismo nombre, donde han proliferado en los últimos años los campamentos de mineros ilegales de oro que se encuentran en el límite provincial entre las amazónicas Napo y Orellana, separadas de Colombia por la provincia de Sucumbíos.