Las vacunas que se importen deben ser autorizadas por el Invima y es obligación de los privados garantizar la conservación de los biológicos para ello deben contar con una póliza todo riesgo que cubra los sueros, mientras los empresarios privados tengan la custodia de las vacunas.
De acuerdo con el borrador, se les prohíbe comercializar los biológicos que sean importados, y también se dejó especificado que los biológicos sólo podrán ser destinados para trabajadores y empleados de las multinacionales que sean identificados y aprobados por el Ministerio de Salud.
Según el documento, los privados no podrán negociar con precios por encima de lo establecido por el Gobierno Nacional de acuerdo con el artículo 88 de la Ley 1438 de 2011.