Desde el pasado 25 de diciembre, la Alcaldía de Cartagena autorizó la apertura de Playa Blanca, sin embargo, el comportamiento de los turistas y comunidad no ha sido el mejor.

El secretario del Interior y Convivencia Ciudadana, David Múnera Cavadía, sostuvo que los consejos comunitarios y la Corporación Playa Blanca no están cumpliendo con los acuerdos pactados con la administración, para evitar, al máximo, el contagio del COVID-19.

Ante ello, el funcionario anunció que, luego de una reunión con representantes de la Policía Nacional, Armada Nacional, Guardacostas y Datt, se acordó incrementar los controles de seguridad y bioseguridad en este balneario desde este domingo 3 de enero.

“No podemos repetir los hechos sucedidos, precisamente en enero del 2020, en los que se presentaron accidentes y aglomeraciones en una playa con tan poco kilometraje. En esta ocasión, se suma que estamos viviendo la pandemia y en Cartagena la situación es muy seria. Nuestro deber como Administración es proteger la vida y salud de los cartageneros y todos quienes nos visiten en esta temporada vacacional”, indicó Múnera.

El secretario les hizo saber a los voceros de los consejos comunitarios que, si no se cumplen con las medidas de cuidado y protección, los más perjudicados pueden ser los habitantes de Barú.

“Quiero invitar a todos visitantes y cartageneros que cumplan con el aforo establecido (mil visitantes). Los vendedores turísticos (400 permitidos), también deben cumplir, y a los operadores turísticos que llevan buses a la zona que deben racionar el número de personas que llevan a la zona, porque se van a comenzar a devolver a las personas que superen el límite permitido”, expresó el funcionario.