Albendazol y mebendazol son antiparasitarios seguros

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El Ministerio de Salud y Protección Social avanza con las campañas masivas de desparasitación de niños, niñas y adolescentes entre 1 y 14 años, en todo el país. Esta es una actividad que lleva años en el mundo y es segura, en el país se hace con albendazol y mebendazol, medicamentos confiables, eficaces, gratuitos y fáciles de administrar.
“Desde el año 2014 hasta el año 2021, se han administrado en Colombia 8.098.620 dosis de antiparasitarios y a la fecha no se ha notificado ningún efecto adverso grave, las reacciones severas son extremadamente raras”, afirmó Iván Cárdenas, subdirector de Enfermedades Transmisibles de la Dirección de Promoción y Prevención.
“Los efectos secundarios a la administración de los antiparasitarios son mínimos y transitorios, los más comunes son los gastrointestinales como dolor abdominal y/o náuseas y se dan con mayor frecuencia en pacientes infectados, es decir, son efectos secundarios como respuesta del cuerpo a la muerte de los parásitos tras consumir los antiparasitarios”, agregó Cárdenas.

En un estudio realizado con apoyo de la Organización Mundial de la Salud se informó que el número total de tratamientos administrados con desparasitantes entre el 2010 y 2014 fue de aproximadamente 4 mil millones de tabletas. De este estudio se concluyó que se puede presentar un presunto evento adverso por cada 10 millones de tabletas administradas, lo equivalente a 0,00001%.

La Organización Mundial de la Salud recomienda desparasitar masivamente a la población de riesgo (entre 1 y 14 años) de zonas endémicas, promover hábitos higiénicos adecuados y uso del calzado. Además, garantizar el acceso a servicios básicos como agua potable y alcantarillado, así como una disposición adecuada de excretas y basuras.

Recordemos que este tipo de infecciones son causadas por la ingesta de alimentos o bebidas contaminadas con huevos de gusanos procedentes del suelo y por penetración de larvas o gusanos de estos parásitos a través de la piel cuando el suelo está contaminado con materia fecal.

En Colombia las geohelmintiasis son un problema de salud pública que ocurre principalmente en las regiones de Amazonía, Pacífica y Atlántica, donde se presenta un alto riesgo de infección. En otras poblaciones como la Orinoquía y Norandina existen poblaciones en riesgo moderado y bajo, en todas estas se deben intensificar las estrategias masivas de desparasitación antihelmíntica.

Desde el año 2014, el Ministerio de Salud y Protección Social accede, a través de la Organización Panamericana de la Salud, al programa de donación de albendazol y desde el año 2019 al programa de donación de mebendazol.

Los antiparasitarios usados en la desparasitación antihelmíntica dirigida a niños en edad preescolar y escolar son medicamentos que pueden ser usados tanto en tratamientos individuales como tratamientos dirigidos a grupos específicos. La dosis empleada en tratamientos dirigidos es una tableta por ronda. Ambos son medicamentos masticables lo cual facilita su administración.

El Minsalud hace un llamado a los equipos de apoyo de las secretarías de salud del país para que, a través de capacitaciones, expliquen a los menores, familias, cuidadores y comunidad en general acerca de la importancia de la desparasitación, los beneficios para la salud física y cognitiva de los infantes, pero también para que informen sobre la posible ocurrencia de eventos adversos, las indicaciones para su manejo y la importancia de reportar los casos que además deben ser atendidos en una institución de salud.

Allí, el caso deberá ser manejado por un médico, quien evaluará su gravedad y notificará obligatoriamente al programa de farmacovigilancia del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) en el formato estandarizado por esa institución para tal fin.

La meta mínima municipal es la desparasitación del 75 % en esta población objeto, por lo que el Minsalud insta a las entidades territoriales a garantizar el acceso a la desparasitación a través de las jornadas de salud organizadas en los municipios con riesgo moderado y alto de infección. Así mismo, los padres de familia y cuidadores deben facilitar el acceso a dicha actividad y de esta manera entre todos reducir riesgo de anemia, prevenir retraso en el crecimiento y contribuir al desarrollo cognitivo, motor y del lenguaje de esta población.