A la media noche de este sábado, los distribuidores de combustibles de todo el país deberán reducir los precios de gasolina y diésel. La disminución, de acuerdo con el promedio de las 13 principales ciudades, se estima en alrededor de $1.200 para gasolina y $800 para diésel.
El motivo por el que algunas estaciones de servicio no han reducido el costo de los combustibles al público se debe a que los precios autorizados por el Gobierno Nacional deben aplicarse de manera progresiva en los centros mayoristas y las estaciones de servicio, según se agote el inventario de combustibles existentes previo a la determinación de la medida, lo cual tomaría hasta un máximo de 4 días.
Las estaciones que no cumplan con esta medida adoptada por el Gobierno Nacional pueden verse inmersas en investigaciones y sanciones económicas por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio.