El exentrenador de la Selección de Costa Rica, Jorge Luis Pinto, entregó su versión de lo ocurrido con relación a su salida del equipo ‘tico’ luego del Mundial de Brasil.
El estratega colombiano fue relegado de su cargo una vez finalizó la Copa, en julio del 2014, pero aún no se conocían los motivos reales que habrían llevado a los dirigentes a tomar esta decisión, pues su rendimiento con el seleccionado centroamericano había sido notable, logrando incluso situarse como el quinto mejor equipo del campeonato mundial.
A pesar de que se rumoraba que la relación entre Pinto y los futbolistas no era la mejor, el exdirigente de la Selección costarricense, Eduardo Li, sacó a la luz la razón por la cual habría sido despedido el técnico.
“Los jugadores sacaron la cláusula de confidencialidad que teníamos con Pinto que decía que, si la Selección Nacional perdía tres partidos, se rescindía el contrato y al no encontrar razones la Fedefútbol para destituirlo, Keylor Navas fue quien dijo perdemos los tres partidos”, afirmó el expresidente de la Federación de Costa Rica.
Adicionalmente, Li agregó que “los jugadores no querían la continuidad de Pinto, la relación estaba quebrada y me llamó la atención que supieran de esa cláusula”.
Dentro de los jugadores que habrían sido los responsables del complot, además del actual guardameta del PSG, Keylor Navas, se encontraban nombres como el de Bryan Ruiz y Celso Borges, quienes ya rindieron declaraciones en el juicio.
Por su parte, Celso Borges negó los hechos que se le acusan, afirmando que “las cosas que se dijeron duelen, no afectó al rendimiento individual, pero sí cada vez que se saca el tema uno se pone triste”.
Sin embargo, el centrocampista sí recalcó la falta de afinidad con Jorge Luis Pinto y contó alguna situación poco agradable que tuvo que vivir con el entrenador.
“La falta de respeto de Pinto era porque decía una cosa y hacía otra, se metía a los cuartos de los jugadores y nos cambiaba el día libre. Fueron bastantes veces por lo que convivir con eso fue difícil”, sostuvo Borges en su comparecencia.
