Matteo Moscotte, de tan solo siete años, se ha convertido en todo un ejemplo para su población guajira.

Desde muy pequeño ha seguido los pasos de su familia villanuevera que tiene rastros de la dinastía Francisco el Hombre. Un talento a flor de piel, que sin duda, lo ha inspirado a seguir adelante en su vida musical marcando el territorio por el que pasa con su torrente voz.

Las melodías del género vallenato han impregnado la vida de este niño que con su carisma, actitud, fuerza y pasión se denota como todo un artista en todos los rincones de su municipio.