La Policía de Tanzania impuso un toque de queda nacional luego de una tensa jornada electoral que estuvo acompañada por fuertes protestas y enfrentamientos en diferentes regiones del país. La medida fue adoptada en la noche del martes con el fin de restablecer el orden público y prevenir nuevos brotes de violencia.
De acuerdo con medios internacionales y reportes de agencias de noticias, los disturbios se originaron por denuncias de presuntas irregularidades en el proceso de votación, lo que llevó a manifestaciones masivas en ciudades como Dar es Salaam y Zanzíbar. Testigos informaron que las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes.
Durante las protestas, varias personas resultaron heridas y los servicios de internet fueron suspendidos temporalmente, dificultando la comunicación y la difusión de información. Organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por el manejo de la situación y han pedido al Gobierno garantizar el respeto a la libertad de expresión y la seguridad de los ciudadanos.
Según reportes la comunidad internacional ha llamado a la calma y ha solicitado que los resultados electorales se manejen con transparencia para evitar una mayor escalada de violencia en el país africano.
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