El grupo libanés chií Hizbulá reivindicó seis ataques con “andanadas” de proyectiles y “misiles guiados” contra varios asentamientos en el norte de Israel, así como una base militar en los altos del Golán sirios, ocupados por el Estado judío.

En sendos comunicados, la formación chií afirmó que sus ataques tuvieron como blancos los asentamientos de Sa’sa’, Kiryat Shmona y Kafarsula, así como una base del “Ejército enemigo” en el Golán y “concentraciones de los soldados enemigos” en el asentamiento de Metulla.

En este último, Hizbulá dijo que sus combatientes lanzaron en dos ocasiones “misiles guiados” que “impactaron con éxito” y uno de ellos causó la “destrucción de un carro de combate Merkaba que se incendió y los miembros de su tripulación resultaron muertos o heridos”.

También en Metulla, el grupo chií aseguró en otro comunicado que “los muyahidin (combatientes) de la Resistencia Islámica lanzaron un misil guiado contra un edificio en el que se refugiaba un grupo de soldados del Ejército enemigo israelí, que impactó de forma directa, matando e hiriendo a los que estaban en su interior”.

Por su parte, el Ejército israelí anunció que detectó el lanzamiento de unos 10 proyectiles desde Líbano contra el centro y el norte de Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados, aunque al menos uno impactó en el centro del país.

“El Ejército no tiene constancia de heridos de momento”, dijeron las fuerzas israelíes en un breve comunicado.

Más de 3.000 personas murieron en el Líbano desde el inicio del intercambio de fuego entre Israel y Hizbulá en octubre de 2023.

La mayor parte de víctimas mortales se registró después de que Israel comenzara, el 23 de septiembre pasado, una campaña de intensos bombardeos contra el sur y el este del Líbano, así como Beirut, que provocó también el desplazamiento de más de 1,2 millones de personas.