Manchester City se coronó campeón de la Premier League por cuarta vez

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Un doblete del jugador del año en la Premier League, Phil Foden, y un nuevo tanto en los días importantes de Rodri, para la sentencia en el desenlace del pulso por el título con el Arsenal, convirtieron en eterno al Manchester City de Pep Guardiola, con su cuarta liga inglesa consecutiva, atropellando a un West Ham siempre superado.

 

La sexta Premier de Guardiola, la cuarta consecutiva. Una gesta hasta el momento inédita en la historia de la competición inglesa. De nuevo conquistada en la última jornada. Con menor sufrimiento y sin necesidad de recurrir a la épica.

Con seis triunfos consecutivos que dispararon al equipo de Guardiola hasta el título en medio de una fiesta en el Etihad. Desatada al minuto y 18 segundos. El tiempo que tardaba Foden en realizar un control orientado hacia su zurda de oro y soltar un latigazo a la escuadra para su colección de grandes goles en su temporada.

Haaland tuvo el tercero pero perdonó. A placer a los 23 minutos, de media tijera en boca de gol tras el servicio perfecto apareciendo por sorpresa en el segundo palo de Ruben Dias. Y en un mano a mano nada más superarse la media hora de partido en el que no supo superar al portero francés.

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De la nada Kudus despertó al West Ham. Tardó 37 minutos en generar algo en campo rival. Se topó primero con la estirada de Stefan Ortega, al que superó con una chilena para enmarcar cinco minutos después. De un rechace tras un córner inventó una maravilla de golpeo con potencia para apretar el partido y dar un ligero toque de emoción.

No duró mucho porque el City no estaba por la labor. Regresó al modo apisonadora en el segundo acto y enterró cualquier leve esperanza del Arsenal. Y eso que Haaland siguió empeñado en fallar lo que no suele, con un testarazo tras pase, como no, de Doku nada más reanudarse el encuentro.

Y lo intentó Foden, para llevarse el balón con un triplete, pero fue de nuevo Rodri, el hombre de los goles importantes, el que dio la deseada primera Champions al City, el que en una jugada eterna en la que tocó y tocó hasta encontrar fisuras en el muro defensivo rival, la cerró con un pase a la red. De espaldas a puerta sirvió Bernardo Silva a la llegada del centrocampista español que ajustó su disparo para la sentencia. Era el final de una Premier League repleta de emoción hasta la última jornada.