En una noche que estuvo muy lejos de ser tranquila al decretarse la medida de toque de queda en varias ciudades, las fuerzas de seguridad tuvieron que hacerle frente a las manifestaciones, con intentos de asonadas, que se han encrudecido en Estados Unidos.
En Washington DC, manifestantes se mantuvieron en partes del centro de la ciudad, pese a que las fuerzas de seguridad intentaban dispersarlos, mientras lanzaban piedras y destruían algunas tiendas.
Antes de iniciarse el toque de queda, la Policía dispersaba con pelotas de goma y gases lacrimógenos a los congregados a las afueras de la Casa Blanca.
En Nueva York, se registraron saqueos en la quinta jornada consecutiva de protestas, pese a la importante presencia policial en la zona. Varias tiendas ubicadas en el corazón de Manhattan, fueron tomadas por grupos de jóvenes el lunes por la noche.
Cerca de las 9 de la noche, la enorme tienda de Microsoft, de la lujosa Quinta Avenida, estaba siendo saqueada pese a los grandes tablones de madera colocados en las puertas del establecimiento para tratar de evitar un ataque.
Entre tanto, en Atlanta, la Policía barrió las calles del centro en un intento de dispersar las protestas después de la entrada en vigor de los toques de queda. Los manifestantes tiraron piedras a los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos, y detuvieron al menos 52 personas.
En la costa oeste, en Los Ángeles, la Policía arrestó a decenas de personas que estaban en la calle tras el comienzo del toque de queda en Sunset Boulevar, en Hollywood; además, se registraron saqueos en Van Nuys Boulevard .
Entre tanto en Texas, se presentaron altercados entre manifestantes, que habían cerrado un puente en Dallas, y la Policía, que procedió a detenerlos. Muchos de ellos se sentaron en el suelo para evitar que la Policía avanzara por el puente.
Finalmente, en Chicago, en el estado de Illinois, miles de personas participaron en protestas pacíficas en las áreas de Lakeview y Uptown, registrándose también saqueos en varios barrios.